De abajo para arriba el Museo de la Semana de Orihuela. Me gustó. En una Iglesia acondicionada la buena imagineria de la monumental ciudad alicantina. Aprobado alto. Clásico.
En medio la fabulosa capilla del Museo Salzillo de Murcia. Salzillos por un tubo en un marco incomparable. Notable. Conservador.
Arriba el novedoso Museo de la Semana Santa de Cuenca. Interactivo. Audiovisuales. Muy moderno. Mal sitio. Pequeño. Muy pedagógico. Notable alto. Sin pasos. Alguna figura. Cuenca siempre sorprende. Innova. Cerca de el Museo de la Ciencia de CLM ahora ampliado.
No tiene color que el sitio y el tamaño del futuro Museo de la Semana Santa de Hellín es una oportunidad de hacer algo importante a nivel cultural en la ciudad. De una vez.
Si se quiere y se tiene voluntad.
Lo primero convocar un concurso y nombrar ya a un Director preparado que no debe ser solo un experto en arte imaginero sino alguien que sepa gestionar, crear y catapultar a esta infraestructura cultural mas allá del tambor y de la Semana Santa.
Me explico.
Los buenos museos son algo vivo. Abiertos a todo tipo de arte. Plurales. Activos todo el año.
Si tienen espacio -y a este le sobra- cuentan con una buena librería, una biblioteca, una cafetería/restaurante y hasta con su auditorio.
Ciclos de charlas, de conciertos, de cine, de congresos, visitas guiadas, audio guias y lo que se presente.
Nos han prometido una sala de exposiciones de más de mil metros cuadrados en el sótano.
Y eso aumenta las posibilidades de todo tipo. Colectivos. Performances. Y más cosas. Catas de vinos y de aceites.
Que el hilo conductor sea la Semana Santa pero mucho mas. Huir del localismo estéril y reduccionista.
Un Museo Comarcal, de la Semana Santa y del Tambor (de la percusión). Llegar a un acuerdo con Fadol. Y ser generoso con este buen amigo de Hellín.
Ya no queda tanto para que este acabado.
El Sr. Barreda ha prometido "amueblarlo".
Como ha prometido el Pabellón de todas las cosas habidas y por haber. Y la mega biblioteca. Y el Puerto Seco. Y los 600 puestos de los turcos porque estuvo con ellos el día del papeo. Perdón de la presentación de la nueva y fantasma empresa.
Se necesita ya un Director cualificado y preparado para el Museo de la Semana Santa de Hellín.
Joven y emprendedor. Que haya triunfado. Un número uno. Me imagino tendrán previstas pelas para contratar a uno en condiciones.
Que estén o no los tronos y pasos dependerán primero de que puedan entrar por la puertas (serán grandes, creo yo ¿o no?, a las puertas me refiero claro) y de quieran después las cofradías llevarlos.
En el Museo estarían a una temperatura y una humedad idónea. Todos juntos.
En las Iglesias lucen mas. En cocheras no lucen. Se deterioran igual porque el frío, el calor, la humedad y no solo la lluvia castigan la excelente imagineria hellinera y luego nos cuesta un dineral las reparaciones. 40.000 euros pago la Junta por uno de estos arreglos hace poco. Mucho dinero.
Esperemos que no le pase al no ya lejano Museo de la Semana Santa de Hellin como a la Casa de la Solidaridad -yo pensaba que era un derecho acceder a servicios sociales y no una caridad- que esta acabada hace meses y vacía. Sin utilizar a la espera que la "amueblen" y firmen el convenio la Junta y el Ayuntamiento.
Seamos optimistas.
El actual voluntarioso Museo Comarcal de Hellín no permite exposiciones dignas no por lo expuesto sino por el edificio, el mal sitio y sus mediocres instalaciones.
No podría estar nada mal que el actual Colectivo Cillero que podemos ver pero limitado su potencial artístico en el actual Museo Comarcal pudiera estar presente con toda su amplitud en la futura y prometida gran sala del futuro Museo que debe suponer, reitero, el imprescindible salto cuantitativo y cualitativo definitivo para que Hellín camine hacia la modernidad cultural desde el pasado.
Lo ultimo y lo pretérito deben convivir pero abriéndose lo tradicional para no fosilizarse. Cuenca es un ejemplo paradigmático de esto último. Antigua pero abstracta. Religiosa pero científica. La única vía.
Hellín a 1 de Febrero de 2.009
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