En la foto de abajo pueden ver como se puso la Plaza Nueva en la parte en la que desagua el callejón que baja de la calle Rabal a la altura de la escalera.
En la instantánea de arriba un enrejado donde se tiran impunemente botellas y merodean gatos y demás alimañas en la mencionada calle tan pintoresca y musical.
Se hace -por mi experiencia- imposible recorrer determinadas calle de Hellín cuando llueve con fuerza. Digase calle Sol, Alejandro Tomás. Intentar cruzarlas en esos momentos es todo un reto imposible y se arriesga uno a ponerse hasta el cuello de agua.
Empinadas calles y una orografía peculiar.
Tal vez no tenga solución.
Pero resulta muy incomodo y hasta suicida el día que te pilla un vendaval como el de ayer por esa zona de Hellín. Botas de agua profesionales y un chubasquero de marino se hacen necesarios e imprescindibles.
Hellín a 14 de Octubre de 2.008.
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