No puede ser España un país de subsidios pero mientras se reactive la actividad económica que parte de lo que se ahorre en subvenciones y organismos inútiles se destine a paliar tanta hambruna y miseria.
La prioridad numero uno crear empleo privado por supuesto.
Acabar con tanto dependiente que puede y debe trabajar y no vivir de una limosna compra votos.
No se si apoyar a los actuales comedores de beneficencia o dar unos cheques alimenticios de manera transitoria hasta que estos ciudadanos salgan del hambre y de la miseria por el único camino que existe que es el trabajo y no la caridad.
Alguna cosa tendrá que hacer el nuevo gobierno de España porque aquí se pasa hambre y mucha.
Reducir el empleo público hasta lo imprescindible.
Reducir el Estado central, autonómico y municipal.
Sanidad, educación y cultura, pensiones y servicios básicos sociales, justicia y policía y ejercito y para de contar y lo que se pueda gestionar privadamente se hace si la calidad del servicio es igual o mejor y con menos coste económico para la Administración.
Apostar entonces por la inversión pública y que los empresarios generen puestos laborales por un tubo.
No subir impuestos y fomentar el ahorro y el consumo pero el responsable no el especulativo.
Mucha faena por delante al que gobierne España a partir del 21 de Noviembre aunque no tome posesión hasta finales de Diciembre.
Que el nuevo Presidente de Gobierno sea duro e implacable pero que tenga un buen corazón y no de piedra precisamente.
Que sea un gobernante sensible y hasta compasivo y humano aunque no le tiemble el pulso a la hora de llevarnos a buen puerto.
Que nos saque de la crisis y que sea recordado como un honrado, sensato, eficaz gestor de lo de todos.
Hellín a 19 de Noviembre de 2.011.
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