Comprenderan que no me dedico a hacer turismo hospitalario. Me encanta Cronenberg pero no soy un sadomasoquista.
Los hospitales que conozco que no son pocos en esta vida lo son como acompañante o visitante y toco madera en rara ocasión de momento como enfermo.
Paso a menudo por enfrente del Hospital General Universitario Reina Sofia de Murcia camino hacia el centro como endémico peaton que soy.
La primera vez que lo vi lo confundí con un hotel.
No les engaño
Por estar al lado del Segura y por su diseño tan atractivo.
Pensé menudo hotelazo tiene Murcia tan moderno y guapo. Y que grande es.
Luego me entere que es un hospital.
Así soy de despistado.
Hace unos días fui a visitar a una entrañable amiga a este hospital murciano tan enorme y ya de referencia.
Larguisimos pasillos y ella en una amplia y humana habitación individual.
Pregunte que es que si estaba por su mutua privada que la tiene pagando y no.
Le habían asignado esta esplendida habitación repito individual como asegurada de la Seguridad Social.
Las habitaciones son como máximo para dos enfermos.
Uno esta practicamente a la misma distancia de Albacete que de Murcia. De las dos capitales. Hellín tiene esa ventaja que no es menor.
Depende de donde vaya tardo menos en llegar a Murcia.
Ayer mismo me acerque a las excelentes salas Neo Cine y cojonudo. No tengo que entrar en la congestionada Murcia y luego a la salida cojo la autovia y en un periquete de nuevo en Hellín.
En mi blog cultural hermano pueden leer mi reflexión sobre la última notable película de mi inofensivo amigo Clint Eastwood que es un actor de talla y un excepcional director y no un matón y menos cuando interpreta a comisario Harry Callahan pero de eso ya les hablare muy pronto. No se me impacienten. Todo a su tiempo amigos.
Volviendo al asunto de mi constante emigracion cultural y vital a Murcia.
Es como pasar de la noche mas oscura al día mas luminoso.
España ofrece estos contrastes vertiginosos.
Regiones muy desarrolladas con mentalidad europea y muy dinamicas y otras regiones atrasadas y sin reflejos y amormadas.
Como acudí al Hospital General Universitario Reina Sofia de Murcia se los cuento.
Espero no volver a acudir en una larga temporada.
Por cierto en su planta baja dispone de una amplia sala de exposiciones y en ella me han dicho se apuesta por el arte de vanguardia que tanto me gusta.
Eso esta bien.
El arte nunca sobra y menos en un hospital.
Hellín a 27 de Enero de 2.011.
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