Nerón
Emperador del Imperio Romano
Nerón, Gliptoteca de Múnich
Reinado
13 de octubre de 54 – 9 de junio de 68Procónsul desde 51
Nombre real
Nerón Claudio César Augusto Germánico
Nacimiento
15 de diciembre de 37Anzio
Fallecimiento
9 de junio de 68 (30 años)Roma
Predecesor
Claudio
Sucesor
Galba
Cónyuge/s
Claudia OctaviaPopea SabinaEstatilia Mesalina
Descendencia
Claudia Augusta
Dinastía
Dinastía Julio-Claudia
Padre
Cneo Domicio Ahenobarbo
Madre
Agripinila
Nerón Claudio César Augusto Germánico, en latín Nero Claudius Cæsar Augustus Germanicus (15 de diciembre del 37 – 9 de junio del 68),[1] fue un emperador del Imperio Romano que gobernó desde el 13 de octubre del 54 hasta su muerte, el 9 de junio del 68. Tras morir, se convirtió en el último emperador de la dinastía Julio-Claudia. Nerón era hijo de Cneo Domicio Ahenobarbo y su mujer Agripinila. Ascendió al trono tras la muerte de su tío Claudio, que lo había nombrado su sucesor.
Durante su gobierno, centró la mayor parte de su atención en la diplomacia y el comercio, e intentó aumentar el capital cultural del Imperio. Ordenó la construcción de diversos teatros y promovió los juegos y pruebas atléticas. Diplomática y militarmente su reinado se caracterizó por el éxito contra el Imperio Parto, la represión de la revuelta de los británicos (60–61) y una mejora de las relaciones con Grecia. En el año 68 se produjo un golpe de estado de varios gobernadores, tras el cual, aparentemente, le forzaron a suicidarse.[2]
El reinado de Nerón se asocia comúnmente a la tiranía y la extravagancia.[3] Se le recuerda por una serie de ejecuciones sistemáticas, incluyendo la de su propia madre[4] y su hermanastro Británico, y sobre todo por la creencia generalizada de que mientras Roma ardía él estaba componiendo con su lira,[5] además de como un implacable perseguidor de los cristianos. Estas opiniones se basan fundamentalmente en los escritos de los historiadores Tácito, Suetonio y Dión Casio. Pocas de las fuentes antiguas que han sobrevivido lo describen de manera favorable,[6] aunque sí hay algunas que relatan su enorme popularidad entre el pueblo romano, sobre todo en Oriente.[7]
La fiabilidad de las fuentes que relatan los tiránicos actos de Nerón es actualmente motivo de controversia. Separar la realidad de la ficción, en relación a las fuentes antiguas, puede resultar imposible.[8
Emperador del Imperio Romano
Nerón, Gliptoteca de Múnich
Reinado
13 de octubre de 54 – 9 de junio de 68Procónsul desde 51
Nombre real
Nerón Claudio César Augusto Germánico
Nacimiento
15 de diciembre de 37Anzio
Fallecimiento
9 de junio de 68 (30 años)Roma
Predecesor
Claudio
Sucesor
Galba
Cónyuge/s
Claudia OctaviaPopea SabinaEstatilia Mesalina
Descendencia
Claudia Augusta
Dinastía
Dinastía Julio-Claudia
Padre
Cneo Domicio Ahenobarbo
Madre
Agripinila
Nerón Claudio César Augusto Germánico, en latín Nero Claudius Cæsar Augustus Germanicus (15 de diciembre del 37 – 9 de junio del 68),[1] fue un emperador del Imperio Romano que gobernó desde el 13 de octubre del 54 hasta su muerte, el 9 de junio del 68. Tras morir, se convirtió en el último emperador de la dinastía Julio-Claudia. Nerón era hijo de Cneo Domicio Ahenobarbo y su mujer Agripinila. Ascendió al trono tras la muerte de su tío Claudio, que lo había nombrado su sucesor.
Durante su gobierno, centró la mayor parte de su atención en la diplomacia y el comercio, e intentó aumentar el capital cultural del Imperio. Ordenó la construcción de diversos teatros y promovió los juegos y pruebas atléticas. Diplomática y militarmente su reinado se caracterizó por el éxito contra el Imperio Parto, la represión de la revuelta de los británicos (60–61) y una mejora de las relaciones con Grecia. En el año 68 se produjo un golpe de estado de varios gobernadores, tras el cual, aparentemente, le forzaron a suicidarse.[2]
El reinado de Nerón se asocia comúnmente a la tiranía y la extravagancia.[3] Se le recuerda por una serie de ejecuciones sistemáticas, incluyendo la de su propia madre[4] y su hermanastro Británico, y sobre todo por la creencia generalizada de que mientras Roma ardía él estaba componiendo con su lira,[5] además de como un implacable perseguidor de los cristianos. Estas opiniones se basan fundamentalmente en los escritos de los historiadores Tácito, Suetonio y Dión Casio. Pocas de las fuentes antiguas que han sobrevivido lo describen de manera favorable,[6] aunque sí hay algunas que relatan su enorme popularidad entre el pueblo romano, sobre todo en Oriente.[7]
La fiabilidad de las fuentes que relatan los tiránicos actos de Nerón es actualmente motivo de controversia. Separar la realidad de la ficción, en relación a las fuentes antiguas, puede resultar imposible.[8
Hellín a 19 de Agosto de 2.009.
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