Veía una de estas madrugadas en la caja tonta un reportaje conducido por mi paisana Mercedes Milá que con cámara oculta se dedicaban sus intrépidos reporteros a rastrear la droga por comercios como carnicerías y fruterías de extranjeros y en concreto de magrebies.
Para mi pasmo en no pocas de estas tiendas junto a un cuarto de cordero te vendía el dependiente una bola de hachis o como se llame y con el reclamo de las naranjas hasta te proponían un gramo de cocaína o hacer de mula de Tanger a Algeciras o Madrid.
Alucinante.
De verdad que sociedad estamos creando y que legión de enfermos delincuenciales estamos generando por la desidia de los políticos y de la policía y hasta de los jueces y fiscales.
La falta de valores y de ejemplo de nuestros dejados gobernantes y de trabajo y de cultura lleva a nuestra juventud a los paraísos artificiales.
El alcohol lo tienen legalizado y es muy barato en España.
El resto pues a su alcance como les digo en tiendas de ultramarinos como nos demostró el sorprendente programa televisivo que vi como les digo hace unas noches.
Sin cultura insisto no existe civismo y sin él se cae en el gamberrismo y en el botellón callejero.
Hellín lo padece.
Por lo menos mi plaza no es nada modélica en ese aspecto.
Vecinos de mi escalera hartos de ruidos se plantean emigrar a otros barrios o cambiar de ciudad.
Esperemos que la nueva corporación municipal ataje esta situación que sufrimos y padecemos hace años y años.
Ahora cuando vuelva del veraneo estival vere como esta el panorama que era desolador cuando me fui hace unas semanas.
Mano dura y represión la solución.
El Estado de Derecho se defiende desde la ley y desde la coacción legitima.
Cuando no se cumplen las ordenanzas solo cabe identificar al infractor ya sea individual o un local y sancionarlo.
Peñíscola a 23 de Agosto de 2.011.
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