El análisis de Roberto Centeno: Ni ha pasado lo peor ni hemos detenido la caída
Por Roberto Centeno.-
Mendacidad, necedad y prepotencia fueron las características mas sobresalientes de la intervención de Mariano Rajoy el miércoles en el Parlamento. Contra toda evidencia y diciendo exactamente lo contrario de lo afirmado el 26 de abril, decidió sostenella y no enmendalla pasando del pesimismo al optimismo irracional sin mediar causa objetiva alguna.
“La diferencia entre una y otra situación es enorme” respecto a hace un año, afirmaría triunfal nada más comenzar su soflama. Y es cierto. Tenemos 930.000 parados adicionales, la Seguridad Social quebrada, una deuda total -pasivos en circulación- de 233.800 millones más, la mayor destrucción de renta y riqueza desde la Guerra Civil, la vuelta al hambre física, particularmente entre los niños, pues uno de cada cuatro vive por debajo del umbral de la pobreza. Pero eso es tan irrelevante que ni siquiera lo mencionó. Lo relevante es que, a cambio de comprometer un plan brutal de deflación salarial y de pensiones hasta 2016, que denominan Plan de Estabilidad Económica y que arruinará a millones, los despilfarradores y los corruptos podrán dilapidar 18.900 millones más en 2013, ya que ni un solo euro irá destinado a la economía productiva.
“Se ha salvado el país”, dijo. No. Los que se han salvado (de momento) son la casta política y sus dos millones de enchufados. Quienes no nos hemos salvado hemos sido los españoles, los cientos de miles de nuevos parados, las 40.000 familias que perdieron su casa por impago de la hipoteca, las decenas de miles de dependientes que se han quedado sin ayuda alguna, los cientos de miles de niños que viven por debajo del umbral de la pobreza y las decenas de miles que están pasando hambre al haber recortado las becas de comedor. Y, por supuesto, quienes no se han salvado son las futuras generaciones de españoles que tendrán que pagar con paro, sudor y lágrimas el despilfarro de estos irresponsables y corruptos. El diario británico The Telegraph afirmó el sábado, basándose en un informe del FMI, que España es “oficialmente insolvente”, que la reestructuración de la deuda “es inevitable” y recomienda “sacar el dinero mientras se pueda”.
La pasada semana el más conocido inversor mundial, Warren Buffet, en su presentación de resultados dio en Omaha su opinión sobre el Gobierno de Rajoy: “No se trata de subir más impuestos: lo que hay que hacer es cortar gastos improductivos. La gigantesca estructura del Estado consume alrededor del 50% de los ingresos. En el actual estado de emergencia económica, es inaceptable mantener déficits del 6% cuando están relacionados con gasto público improductivo. No es una cuestión de austeridad, sino de en que áreas hay que implementar esa austeridad”, dijo. Y añadió: “Las clases medias españolas, 3,5 millones de personas, el 18% de los contribuyentes (pero sólo el 7% de la población) pagan el 70% de los ingresos por IRPF”. Esta es la disparatada situación que Rajoy no está dispuesto a cambiar. Estas son sus falsedades más notorias:
1.- No se puede controlar el déficit sin recortar el tamaño del Estado
La gran excusa de Rajoy para evitar entrar en los grandes problemas que están destruyendo España es que lo prioritario consiste en la reducción del déficit y en la superación de los desequilibrios de la economía. Es imposible concebir una mayor falacia, porque el déficit y los desequilibrios provienen íntegramente de la gigantesca estructura del Estado, que representa un gasto improductivo anual equivalente al 10% del PIB, y de la decisión política de mantener un sistema financiero inviable con el dinero de los contribuyentes.
Y para mantener y tapar estos gigantescos agujeros ha elevado los impuestos a los mayores niveles de Europa, recortado gasto social hasta llevar a la desesperación y al hambre física a numerosos colectivos y a recortar tan drásticamente el gasto de la estructura del Estado que hace ya imposible el normal funcionamiento de España, cuyo presupuesto es actualmente poco más que el de Cataluña. Sin una gran reforma política y constitucional en profundidad, la salida de la crisis es imposible.
2.- No han reducido el déficit público; lo han aumentado
La cifra oficial de déficit en 2012 fue de 111.000 millones de euros, el 10,6% del PIB, que se reducen a 73.000 millones, el 7% del PIB, si no se tienen en cuenta las ayudas a la banca. Ahora bien, aceptando (que es mucho aceptar) que al contrario que en el resto de Europa estas ayudas no computen como gasto, ¿qué pasa con las pérdidas? ¿Es que esas tampoco son gasto? En concreto, en 2012 se contabilizaron pérdidas por 38.000 millones del rescate bancario, ese que según De Guindos no iba a costar ni un euro a los ciudadanos. ¿Y eso no es acaso un gasto? Es que es un gasto extraordinario, dicen. ¿Y la paga extra de los funcionarios no es también un recorte extraordinario y, sin embargo, sí lo computan? Son un hatajo de tramposos.
Pero es que esto no es todo, es que la cifra del 7% es falsa porque no incluye los pagos retrasados por orden de Montoro y porque la mayoría de cifras aportadas por las comunidades autónomas son falsas. Han infravalorado gastos, particularmente en educación y sanidad, y han sobrevalorado ingresos, particularmente los del cuarto trimestre, que son meras estimaciones voluntaristas. Sólo el hecho de que la deuda pública emitida en 2012, tanto si es la total (pasivos en circulación) como si es la computable (protocolo de déficit excesivo), ha sido más del doble de la 2011 demuestra por sí solo la falsedad de la cifra oficial.
“Recuerden que el pasado año la reducción del déficit del sector público alcanzó la cifra de 22.000 millones y el esfuerzo que eso representó para todos”, dijo. Mentira, la cifra de déficit ha subido probablemente en 20.000 millones si hacen las cuentas como Dios manda y no bajando el déficit por decreto del 7,5% al 1,5% como la señora Cospedal. Y lo del esfuerzo para todos, querrá decir para el común de los españoles, no para los diputados, para los senadores, los barones y baronesas, los 20.000 asesores y los dos millones de enchufados, ni tampoco para los banqueros que quebraron sus instituciones y han recibido compensaciones multimillonarias, ni a los banqueros en general que nos cobran los intereses más altos de Europa, igual que el gas, la electricidad y los productos petrolíferos.
3.-Ejecución presupuestaria del Estado
Los datos de ejecución presupuestaria del primer trimestre de 2013 son desoladores, y aunque todavía son poco significativos respecto a lo que pueda ocurrir a lo largo del año, no lo son tan poco comparados con el mismo periodo del año anterior. El déficit en términos de caja no financiero fue de 18.800 millones, ¡un 47% superior al registrado en el mismo periodo de 2012! En el primer trimestre los ingresos cayeron un 15,5%. Los pagos no financieros aumentaron un 3,8% respecto al mismo periodo del año anterior.
Por lo que se refiere a la Seguridad Social, las cotizaciones sociales disminuyeron un 2,4% mientras que los gastos impulsados por las pensiones contributivas, que crecieron un 4,8 %, aumentaron un 4%. Estas cifras son todo lo poco representativas que ustedes quieran, pero la ejecución presupuestaria de 2013 pinta de color hormiga.
4.- Hemos detenido la caída, los resultados llegarán… en 2016
Rajoy afirmó que no cambiará un milímetro su desastrosa política económica, porque, al igual que Zapatero, también empieza a ver brotes verdes y ha pronosticado un “auténtico vuelco” de la situación económica. Realmente ha entrado en una espiral de demencia que se asemeja a la de Hitler en el búnker en 1945. Veamos cómo se ha detenido la caída.
La actividad productiva en el primer trimestre de 2013 se ha desplomado al 68,9%, el peor trimestre en 50 años y que sigue al 72,9% en el cuarto trimestre de 2012. Las ventas de las grandes superficies, un indicador claro de la demanda interna, cayeron un 8,1% frente al 6% en 2012, y el índice de comercio al por menor ha pasado de una media del -7,2% en 2012 a al -8,6% en el primer trimestre de este año. El resumen del Boletín del Ministerio de Economía correspondiente a marzo lo resume así: “La demanda nacional sigue descendiendo al retroceder todos sus componentes”. En cuanto a la inversión, el indicador de clima industrial de bienes de inversión acentuó su ritmo de descenso interanual en 1,3 puntos en el primer trimestre de 2013 respecto al cuarto de 2012, hasta el -15,4%.
Pero el indicador más claro del desplome económico actual lo constituyen el consumo de gasolinas y gasóleos, cuya demanda está cayendo en picado en más del 10%, el peor trimestre desde que comenzó la crisis, lo que convierte en pura fantasía las cifras oficiales del PIB. Las empresas en concurso de acreedores subieron un 32% durante 2012 hasta 7.799, pero, lejos de mejorar, las quiebras en el primer trimestre de 2013 han alcanzado el record de todos los tiempos: 2.854 sociedades según los datos del INE, lo que supone un 23% más que en el mismo periodo del año anterior, una manera muy particular de detener la caída de la economía.
Y luego, la mentira más reciente: el paro registrado se ha reducido en 46.000 personas en abril y los cotizantes a la Seguridad Social aumentado en 52.000, dicen. ¿Pero serán trileros? Eso son las cifras brutas, que no significan nada. Para conocer la realidad hay que utilizar las cifras corregidas de variación estacional (CVE). ¿Y qué tenemos entonces? Pues el paro en abril se incrementó en 18.000 personas y los cotizantes a la Seguridad Social disminuyeron en 23.000, el peor mes de 2013 medido con cifras CVE. “Estoy aquí para dar una oportunidad a los parados y a sus familias, para darle la vuelta a la situación y crear empleo. No se me ha elegido para otra cosa”. Y eso lo dice después de casi un millón de parados a sus espaldas.
Y lo más importante junto al incremento del paro. La financiación a la empresas y familias había caído un 5,2% en tasa interanual a diciembre pasado, a febrero la caída interanual se había acelerado hasta un 5,8%, pero si consideramos sólo los dos primeros meses de 2013 el desplome es brutal: un -9,4 frente a mismo periodo de 2011, debido a la caída de las rentas salariales en un 8,1% en 2012 frente una caída del 1,1% un año antes. ¿Puede alguien explicar cómo con menor renta disponible y menor crédito puede dar un vuelco a la situación?
5.- El espejismo del sector exterior
En un discurso triunfalista de principio a fin, Rajoy alcanzaría el esperpento al hablar de la mejora del sector exterior. “¿Y qué ha cambiado en nuestra financiación exterior? Algo sorprendente, señorías: que España no necesita más. Se trata de una enmienda a nuestra propia historia. Casi no existe memoria. Estamos ante un auténtico vuelco en la economía española”. Efectivamente, ni existe memoria ni conocimientos básicos, porque si existieran se lo habría comido con patatas.
Las exportaciones en 2012 ascendieron a 222.644 millones de euros. Y esto, ¿qué significa? Pues que crecieron sólo un escuálido 3,8% (1,7% real), 8.000 millones de euros más que en 2011, menos de la tercera parte de lo que aumentaron en ese año. Pero, además, fue debido esencialmente al impulso del sector químico y del ferroviario, cuyos valores añadidos fueron del 20 y el 30% respectivamente. Si tomamos como media la cifra más alta, esto significa que la riqueza neta adicional creada por el sector exterior en 2012, que es lo único relevante para el PIB y el empleo, fue de 2.400 millones de euros, la décima parte de lo que se despilfarra sólo en las diputaciones, quince veces menos que la dilapidación producida por las duplicidades entre Administraciones y cien veces menos que el incremento del endeudamiento público total. ¿Ese es el “auténtico vuelco” de Rajoy?
La diferencia ha sido que el hundimiento de la renta disponible ha hecho que la importaciones cayeran un 2,8% frente a una subida del 8,7% en 2011. Como explica el BdE, “la elasticidad de las importaciones a cambios en la demanda final es muy elevada cuando se compara con otros países, pues es próxima a dos, lo que conduce a un aumento muy rápido del déficit exterior en las etapas de expansión, pero también ayuda a corregir ese déficit en fases de ajuste, como esta ocurriendo ahora”. Un valor añadido adicional de 2.500 o 3.000 millones anuales en las exportaciones sin reducir drásticamente el despilfarro político no arregla nada.
6.- Colaboración necesaria para la sedición
Pero si el conjunto de la intervención de Rajoy es absolutamente penoso y afectará al bienestar de los españoles durante generaciones, la parte referente a Cataluña me parece infinitamente más grave y se acerca cada vez más a la colaboración necesaria para que pueda consumarse un delito de sedición. La airada respuesta de Rajoy a Rosa Díez, cuando esta le preguntó por lo que iba a hacer el Gobierno para evitar que Cataluña continúe desprestigiando a España en el exterior con nuestro dinero, fue toda una demostración de mendacidad y cobardía. En lugar de cumplir con su deber, miente como un bellaco y se ampara en defensas de leguleyos para violar la Constitución.
Defensas de leguleyos: considerar que debe suspenderse la resolución del Parlamento catalán sobre el derecho a decidir, en lugar de pedir la suspensión de la autonomía al Tribunal Constitucional, es decir, haber pedido la suspensión del efecto en lugar de exigir la suspensión de la causa.
Violación de la Constitución: la Constitución obliga al Rey, a las Fuerzas Armadas, al Gobierno, y al Tribunal Constitucional a garantizar la integridad territorial de España. Esta integridad no se defiende cuando no se garantiza, es decir, cuando no se asegura para el futuro que sea imposible para el nacionalismo separatista estar poniendo continuamente en vilo la seguridad de los españoles en la fortaleza de su Estado y en la solidez de la integridad territorial de España.
La pasividad de estas instituciones, si no se corta de raíz, se define como constitutiva por omisión del más grave de los delitos políticos que puedan cometerse. Colaboración necesaria para que se pueda consumar el delito de sedición.
www.alertadigital.com/2013/05/13/el-analisis-de-roberto...
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