Las estadísticas
desmienten el
triunfalismo
de Rajoy
A pesar de que el Gobierno insiste en que lo peor de la crisis
ha pasado,
los últimos datos oficiales publicados confirman
lo contrario:
en 2012 creció el paro, los salarios bajaron, el consumo
se desplomó,
el déficit público siguió fuera de control y
la economía sufrió la mayor caída desde 2009
El pasado jueves el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, presumía de haber dejado el desfase entre ingresos y gastos del Estado en 70.000 millones (números redondos), el 6,74% del PIB. El dato es tramposo: la cifra no incluye las ayudas a la banca, que suponen un 3,25% del PIB de 2012, por lo que el déficit real es del 10%, superior al registrado en 2011, cuando -ayudas a la banca incluidas- el déficit público se quedó en el 9,44%.
Aunque un país es mucho más que una cifra o una gráfica, los números indican que España está peor que hace un año. Con los números en la mano, nadie puede rebatir esa dura realidad diga lo que diga el Ejecutivo.
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